La disponibilidad del agua o los recursos hídricos de un país se miden con base en una media de agua por habitante en un año y se considera como factor únicamente el agua renovable; es decir, el agua de lluvia que se transforma en escurrimiento de agua superficial y en recarga de acuíferos.
Más de la mitad de los países del mundo tienen una disponibilidad baja y la tercera parte padece escasez. He aquí algunos ejemplos.